Terciopelo
de José Manuel Tudela
Terciopelo es sueño, recuerdos, amor y amistad.
Cada tema es un pasaje de su vida, un reconocimiento al amor, una inspiración, un sentimiento y un escucharse a sí mismo dejándose llevar por las emociones con su guitarra por esos caminos que, las sombras, los sueños, el recuerdo y el amor le hacían viajar sin decoro, jaraneándose, regalándose una vida.
El recuerdo, la añoranza de su amiga Pepa que se desmayó en el escenario y no volvió a abrir sus ojos. Empezaba a componer este tema cuando ocurrió y avanzó con ella y su imagen hasta el final de esta pieza.
La amistad verdadera, desde la infancia, la que no se quebranta nos hace grandes y familia, un buen amigo que la abraza y fortalece con su amistad, una amistad firme e irrompible.
Un barrio donde nació, donde creció, un arrabal con sentimiento propio, un pueblo dentro de una ciudad, barrio con arte y artistas, una pasión por vivir que se derrama por sus calles.
La composición de sus falsetas le despertaba en Cadiz, olía el agua salada de la Caleta, su bahía, se sentía gaditano como un cartuchito de “Bienmesabe”.
Paseaba por las tonalidades en La bemol y Sol sostenido en su modernura. Aquí soñaba que iba a sitios donde no había estado antes y descubría notas, armonías y tiempos que no sabía que existían pero que en algún lugar estaban ocultos para que él los encontrara. Fue como cruzar la puerta al futuro de su música.
El Romero en su almohada da la felicidad, con ese olor siempre cerca las pesadillas no se acercan, el buen agüero de ese apellido siempre flamenco y torero.
En una canción de cuna nos entregamos al sueño con placer y belleza. Nadia es Bella y Laila la Noche brota la ilusión en su guitarra y la esperanza al ver sus caras llenas de vida.
Diferentes tonalidades y amalgamas recorren entre lo tradicional y lo nuevo de una guajira atípica.
Componía y componía y poco a poco se relajaba, sus cuerdas se hacían suaves, acariciaba cálido, agradable, como la piel, como el terciopelo.
Cuando era joven componía cosas. ¡Que diferente era todo!, más loco, más majareta.

Recuerdos que ya sois sombras,
no os apartéis de mí,
que recuerdo que se borra
es que perdió el existir.
Yo quiero guardarlos todos
a la luz de mi memoria,
que aquel que borra recuerdos
es como un ser sin historia.
(Concha Méndez)
no os apartéis de mí,
que recuerdo que se borra
es que perdió el existir.
a la luz de mi memoria,
que aquel que borra recuerdos
es como un ser sin historia.

Terciopelo es la esencia de lo vivido, sus recuerdos, sus miradas, sus sensaciones, es aquello que nos mantiene despiertos e ilusionados; el amor.
La música de este espectáculo son sus latidos, sus sentimientos. La música árabe y judía le atraviesa el corazón, cuantas cosas bonitas le trasmite esta música, esos sonidos, las voces de sus cantos.
Parte de su vida está unida a esta cultura y no podía faltar en este trabajo donde está su alma, su trayectoria desde que era un niño, “Terciopelo”.
Trabajo dedicado a su barrio El Cerro de Águila, a sus Sobrinas Nadia y Laila, a su amiga Pepa, a su ahijada Isabel, a su gran amigo Calderón, y a su mujer Inmaculada.
Terciopelo es un espectáculo montando a partir de la música del disco compuesto por José Manuel Tudela.
Puesta en escena de un lugar antiguo, un desván, lugar de sueños y recuerdos, con una escenografía sencilla de objetos tapados con sabanas que se irán destapando uno a uno.
Dos guitarras, dos cantaores, un percusionista, un violinista, un bailaor y una bailaora en un paso a dos en uno de los temas “Bella en la Noche” en las guajiras “Mi niña Isabel” y las alegrías “Bienmesabe”.
Susi González “La Bronce”
COLABORAN:



